El perfil del jugador de baloncesto que pretendemos alcanzar desde un enfoque formativo y pedagógico.

agosto 19, 2020

 

INTRODUCCIÓN:

En entradas anteriores hablamos sobre los rasgos deseables que debería poseer el entrenador de basquetbol mexicano para realizar sus intervenciones profesionales de forma óptima y adecuada. A partir de esto existen también una serie de rasgos y características deseables para alcanzar en el perfil de los alumnos que participan en la práctica deportiva del baloncesto.

Como sabemos existen diversas categorías, etapas formativas, niveles de desempeño (infantiles, juveniles, mayores, tercera edad, enfoque formativo, enfoque recreativo y lúdico, enfoque competitivo, nivel aficionado, alto nivel, alto rendimiento, etc.)  y modelos educativos desde los que se centran los objetivos, los contenidos y las actividades a realizar para responder a estas variables, y sobre los que se buscan desarrollar ciertos perfiles en esta diversidad de poblaciones. En esta entrada me enfocaré en particular en las poblaciones infantiles y adolescentes desde un punto de vista del deporte educativo, la iniciación deportiva y el deporte formativo.




EL ENFOQUE EDUCATIVO Y FORMATIVO.

Cuando hablamos de un enfoque educativo y formativo, nos centramos en los aspectos educativos que pueden destacarse y obtenerse de una práctica deportiva, además de las mejoras en el rendimiento físico y deportivo.  Se ha hablado mucho al respecto y en coherencia con los modelos pedagógicos de nuestro país, lo que buscamos en edades infantiles es un desarrollo global de la motricidad que abarque y contemple las dimensiones que conforman a la persona; es decir que no sólo pensamos en formar grandes atletas (lo cual sin duda es deseable a largo plazo), sino sobre todo personas integras que puedan de forma transversal desarrollar conocimientos, habilidades, valores y actitudes que les sirvan para la vida en general y para desarrollarse en contextos fuera del deporte; este perfil nace entonces de un enfoque global y sistémico de la motricidad.

Como sabemos existen diversos enfoques desde los que se ha abarcado la educación física y el deporte en nuestro país. En este sentido y en total correspondencia con lo que se propone con los modelos educativos actuales imperantes en nuestro país (SEP, 2011, 2018) es necesario hacer un trabajo complementario, reforzador y útil de lo que los niños vienen trabajando en sus escuelas, en este caso en conjunto con el ámbito de la motricidad que se trabaja desde las sesiones de educación física. 

A partir de esto buscaremos entonces desarrollar un perfil de jugador que responda a una visión de deporte formativo y educativo (Esper Di Cesare,1998); es decir que existen ciertos objetivos, rasgos y características que constituyen el elemento referencial que buscamos alcanzar o estimular y que regirá nuestra práctica. 

Una vez que el jugador haya participado en una serie de procesos planeados y programados de la práctica deportiva de iniciación al basquetbol y basquetbol formativo se deberán ver reflejadas una serie de competencias personales y motrices como resultado de su participación en actividades, tareas, ejercicios y ambientes de aprendizaje diseñados bajo los principios didácticos correspondientes. 



ENFOQUE POR COMPETENCIAS EN EL BALONCESTO.

Cuando hablamos de competencias nos estamos refiriendo al conjunto de conocimientos, habilidades, valores y actitudes que posee una persona en determinado contexto o situación y que utiliza para desenvolverse de manera adecuada, mostrando aptitud para sus tareas y siendo competente al realizar sus actividades; ocupando su conocimiento de forma contextualizada, a un nivel práctico y con un conjunto de valores y actitudes que demuestra su formación integral.

Villalobos (2010) define el enfoque por competencias, cuando hablamos de ámbitos educativos, como la capacidad, la aptitud, el talento que requiere una persona para construir aprendizajes, con la finalidad de acceder al conocimiento, así como generar actitudes positivas y favorables, y desarrollar habilidades intelectuales, todo ello de forma integrada e integral, con laboriosidad y en circunstancias y situaciones específicas.

De acuerdo con esta definición general, podemos especificar nuestras prácticas pedagógicas y deportivas en nuestro terreno deportivo, y plantear una serie de características y competencias que queremos desarrollar en nuestros jugadores.

Ilustración de una competencia, (SEP, 2018)


COMPETENCIAS EN LOS ÁMBITOS PERSONALES.

Todo objetivo de la iniciación deportiva y del deporte educativo debe relacionar todos los elementos y ámbitos que giran en torno a la motricidad, en una esfera de crecimiento socioafectivo, cognitivo y físico-motor. (Castañer y Camerino, 2001), que no se centre sólo en alguno de sus elementos, sino que pretenda involucrar, estimular, desarrollar y potencializar todos ellos a lo largo de sus procesos de aprendizaje a través de programas, planes anuales, ciclos, unidades didácticas y sesiones.

Se concibe por tanto al jugador como una persona íntegra que posee dimensiones unitarias que conforman su persona, como son sus características cognitivas, físicas, psicológicas, sociales, afectivas y volitivas. No podemos desarticular a nuestros jugadores de todas esas notas constitutivas de su persona y aunque nuestro interés pueda estar centrado y priorizado sobre algunas características de las habilidades y capacidades motrices, no debemos olvidar ni dejar de tomar en cuenta la totalidad de la persona dentro de nuestras intervenciones y por tanto debemos plantear objetivos y contenidos transversales dirigidos a desarrollar competencias para la vida.

El primer rasgo por destacar es que la gran mayoría de los niños muestran gran interés y motivación por las actividades físicas y deportivas, principalmente por su carácter lúdico y la necesidad de movimiento inherente a su naturaleza infantil.

Sin dejar por lo tanto de contemplar la importancia de alcanzar objetivos dentro del desempeño motriz, lo primero que debemos buscar mantener es la motivación que existe por parte de los alumnos al realizar una práctica deportiva. Por lo tanto, debemos aprovechar esencialmente esta manifestación lúdica, de agón y de movimiento para mantener el interés del alumno en la práctica y desarrollar aprendizajes. A partir de esto se va a cobrar un sentido de significación, expresión y comunicación, dentro del cual la motricidad en el deporte será: vivencias de la motricidad para estimular aspectos que configuran a la persona. (Trigo,1999, 2000a, 2000b)

Los ámbitos que vamos a abarcar desde estas vivencias de la motricidad en el desarrollo de las competencias personales son:

  1. Ámbito afectivo: Sentimientos y emociones
  1. Ámbito cognitivo: Procesos de información
  1. Ámbito volitivo: Energía y felicidad
  1. Ámbito psicológico: motivación y autosuperación
  1. Ámbito social: Comunicación y expresión.



Rasgos del perfil del alumno en sus competencias personales:

  1. Posee capacidad para expresarse y comunicarse con sus compañeros y con el entrenador de forma correcta y respetuosa.
  1. Es capaz de adaptarse y manejar los cambios que implican las actividades.
  1. Tiene desarrollado el sentido cooperativo y competitivo; ayudar a los demás a ser mejores, competir sanamente y con el mayor esfuerzo.
  1. Sabe cuidar su salud y desarrollar hábitos para el cuidado personal.
  1. Propone, comprende, respeta y aplica reglas para la convivencia.
  1. Desarrolla tolerancia hacia la frustración y motivación hacia la autosuperación.
  1. Sabe lidiar con los sentimientos de victoria y derrota, poseyendo actitudes positivas ante estos hechos, humildad y disciplina en la victoria, humildad y disciplina en la derrota.
  1. Tiene la capacidad de aceptar y reconocer posibilidades y límites ante determinadas situaciones, capacidad de proponerse metas y retos, capacidad de no rendirse ante la adversidad.
  1. Utiliza recursos y habilidades expresivas para resolver problemas sociales dentro y fuera de la cancha, poseer habilidades de conciliación y de argumentación.
  1.  Muestra capacidad de concentración y análisis de la información para dar        respuestas a diversas situaciones dependiendo el bagaje que se tenga.
  1. Valora su desempeño y del desempeño de los demás en sus interacciones.
  1. Muestra actitudes favorables para fomentar la tolerancia y el respeto.
  1. Tiene habilidades de paciencia y persistencia ante las actividades.


COMPETENCIAS EN EL ÁMBITO MOTRIZ.

Aunque no podemos separar el ámbito físico-motriz de las competencias antes mencionadas, hacemos la distinción, ya que como sabemos la práctica motriz del basquetbol se centra en los aspectos del estímulo, desarrollo, progreso y desempeño de la motricidad. Este tipo de conocimientos, capacidades y habilidades sin embargo no son independientes de los demás ámbitos que constituyen la totalidad de la persona, por lo que siempre se mostrarán estos rasgos de forma interdependiente y en conjunto con las características que hemos mencionado previamente.

Cuando nos referimos a la competencia motriz, hablamos de formar una base adecuada de los componentes de la motricidad como son las capacidades físicas y perceptivas motrices, así como a poseer un dominio y bagaje de habilidades y patrones motrices de acuerdo con su estadio madurativo en la práctica del basquetbol, así también como al desarrollo del pensamiento creativo, lógico y estratégico motriz propio de los deportes de situación, cuyo fundamento es la toma de decisiones en situaciones de incertidumbre. Todo esto dentro de manifestaciones de la sociomotricidad y en ambientes de aprendizaje de la ludomotricidad que fomenten la confianza, la seguridad y la motivación en el jugador.

Ruiz Pérez (1995) nos dice que el término "competencia motriz hace referencia al conjunto de conocimientos, procedimientos, actitudes y sentimientos que intervienen en las múltiples interacciones que realiza en su medio y con los demás, y que permiten que los escolares superen exitosamente los diferentes problemas motrices planteados.

La edificación de la competencia motriz, será la principal aportación pedagógica de la práctica deportiva, siendo producto de una construcción permanente. Ser competente significa entonces aprender e identificar nuestras posibilidades y límites al momento de realizar una acción motriz o resolver una tarea; tiene que ver con la generación, actualización y aplicación de tres tipos de conocimientos: declarativo, procedimental y estratégico, implicados en el saber hacer, saber actuar y saber desempeñarse. (SEP, 2018)

Distinguiremos tres ejes o dimensiones en las que esta competencia motriz se va a manifestar y desarrollar en conjunto con las competencias que integran la totalidad del jugar.


INTEGRACIÓN DE LA CORPOREIDAD EN EL BASQUETBOL.

Entendemos la corporeidad como una construcción permanente que las personas hacen de sí desde su condición existencial corporal; una unidad que fusiona la parte física y corporal con las dimensiones que hemos mencionado en una unidad antropológica: lo cognitivo, afectivo, físico, emocional, actitudinal, social y cultural.

Nuestro cuerpo es nosotros mismos. Es nuestra única realidad aprehensible. No se opone a la inteligencia, a los sentimientos, al alma. Los incluye y los alberga. Por ello, tomar conciencia del propio cuerpo significa abrirse el acceso a la totalidad del propio ser, porque el cuerpo y el espíritu, lo psíquico y lo físico, incluso la fuerza y la debilidad, representan, no la dualidad del ser, sino su unidad. (Alicia Grasso 2003, p.31).

La condición de ser cuerpo nos lleva entonces a vivenciar la práctica dentro del ámbito de la motricidad desde esta condición. Esto significa también que en la práctica deportiva desarrollamos aspectos propios de nuestra corporeidad.

 

Rasgos del perfil desde la integración de la corporeidad:

  • Identifica, conoce y domina los distintos segmentos corporales y su funcionamiento dentro de su práctica en el basquetbol.
  • Tiene desarrolladas las nociones de esquema e imagen corporal como procesos globales dentro del ámbito de su práctica deportiva.
  • Logra adquirir información sobre los objetos, los espacios, las personas y sus relaciones temporales por medio de los sentidos y las percepciones.
  • Sabe cómo cuidar de su cuerpo al asumir estilos de vida activos y saludables, dentro y fuera de su práctica deportiva.
  • Tiene estima y aceptación por su cuerpo y comprende que puede progresar en sus capacidades y habilidades motrices a partir del entrenamiento físico.
  • Descubre y afirma la preferencia lateral.
  • Conoce el espacio y logra orientarse y apreciar distancias dentro de su práctica deportiva.
  • Conoce las nociones de lento/rápido, poco/mucho, cerca/lejos, dentro/fuera
  • Coordina las sensaciones visuales y táctiles
  • Tiene confianza ante diferentes situaciones de equilibrio
  • Valora los efectos positivos que tiene la actividad física sobre la salud y la calidad de vida.
  • Tiene actitudes de responsabilidad derivadas del conocimiento corporal respecto al propio cuerpo y el de los demás.


DESARROLLO DE LA MOTRICIDAD:

La motricidad se refiere a todo ese conjunto de acciones intencionadas y pensadas que realiza una persona voluntariamente y desde su condición corporal. En un sentido más amplio podemos entender la motricidad como el movimiento con sentido que posee el ser humano en su vida cotidiana. Desde la práctica deportiva este movimiento inteligente tiene componentes bioenergéticos y factores fisiológicos importantes, así como manifestaciones cognitivas y emocionales importantes.

Dentro de los componentes motrices en los que incidimos a partir de la práctica deportiva encontramos primeramente las capacidades sociomotrices, es decir todas aquellas habilidades socioemocionales de interacción que se dan al desarrollar procesos de aprendizaje en el ámbito motriz desde la relación con otras personas, en el caso del basquetbol desde las dinámicas de colaboración/oposición y que nos llevan a estimular otros componentes motrices en conjunto y desde la relación con el otro. También encontramos incidencia importante en las capacidades físicas como son la fuerza, la velocidad, la resistencia y la flexibilidad en su conjunto de interacciones y manifestaciones del perfil fisiológicos y del estado madurativo. En edades infantiles las capacidades motoras como la velocidad de reacción, la velocidad de movimiento, el metabolismo aeróbico, el metabolismo anaeróbico aláctico y algunas cualidades de la fuerza de base están en relación estrecha con los tipos de coordinación general y específicas de las capacidades perceptivo-motrices. Estas capacidades se integran en habilidades motrices básicas y específicas (Diaz Lucea, 1999) de locomoción como correr y saltar, de manipulación como los lanzamientos y pases, y de estabilidad como equilibrarse, pivotear. Esto es lo que buscamos desarrollar y comprender conjuntamente a aspectos de la creatividad y de la inteligencia desde las manifestaciones socioemocionales propias de la participación en un deporte de conjunto y de acuerdo con las edades formativas

Rasgos del perfil desde el desarrollo de la motricidad:

  • Desarrolla distintos tipos de habilidades de locomoción como los desplazamientos: caminar/trotar/correr, cuadripedia, suspensión, reptación, cambios de dirección.
  • Capacidad de adaptarse a diferentes situaciones: con y sin objetos, con y sin obstáculos, individual-colectivamente
  • Desarrolla habilidades motrices manipulativas con balones y pelotas ante diferentes situaciones de recepción, lanzamientos, pases, bote estático y en movimiento en situación cerrada y abierta.
  • Desarrolla la capacidad de salto en diferentes aspectos: altura, longitud, a dos pies, a un pie.
  • Identifica y desarrolla habilidades específicas técnicas deportivas como unión de varias habilidades básicas y desarrollarlas, por ejemplo: la colada (correr, botar, saltar), el drible (correr, botar, cambios de dirección), cortes y desmarques (correr, cambiar de dirección en relación con la posición de otras personas y el balón)
  • Desarrolla equilibrios estáticos y dinámicos dentro del juego, posiciones de pivoteo, posiciones de defensa, ganar la posición, fintar.
  • Desarrolla  habilidades motrices sin posesión del balón y en relación con el estado ofensivo o defensivo del equipo.
  • Desarrolla las capacidades perceptivo-motrices de acuerdo con su edad.
  • Tiene un desarrollo y estimulo adecuado de sus capacidades físicas.



CREATIVIDAD EN LA PRÁCTICA DEPORTIVA:

El basquetbol es un deporte de situación abierta, esto quiere decir que hay un principio de incertidumbre en donde el jugador tiene que aprender a tomar decisiones ante circunstancias que se le van presentando, utilizando su bagaje de habilidades y capacidades motrices, pero con un desarrollo cognitivo y lógico que lo lleva a analizar información y resolver problemas motrices. El desarrollo de habilidades lógico-motrices resulta entonces fundamental en la iniciación de la comprensión de la esencia de un deporte de situación abierta con dinámicas de colaboración y de oposición.

La creatividad en la práctica deportiva sería entonces la capacidad de elaborar diversas respuestas para afrontar las tareas o situaciones que se presentan, mientras que la acción motriz es la suma de las distintas conductas y desempeños que realiza una persona; representa la oportunidad para explorar sus posibilidades y tomar decisiones.

Poner a prueba las habilidades y destrezas motrices en el contexto del juego y no de manera aislada. (SEP, 2018)

La creatividad se considera como algo “nuevo y valioso” y ubicado en perfil del niño que se pretende desarrollar con la práctica del basquetbol,  también nos referimos  los cambios en la personalidad en los procesos de aprendizaje, por lo que dentro de las vivencias de la motricidad y el entrenamiento, se pueden dar procesos creativos de exploración, reflexión, creación, producción, toma de decisiones, pensamiento divergente y solución de problemas motrices.

La creatividad nos dice Murcia (2000) es producto de la percepción, por lo cual trasciende la experiencia previa y la utiliza como su bagaje de posibilidades, no sólo en la cuestión de la cantidad de respuestas, sino en la capacidad para resolver creativamente distintas problemáticas con las habilidades motrices y fundamentos técnicos que se poseen y de allí reformar nuevos problemas. Por eso la vinculación con la motricidad que al ser un sistema que va mejorando, aprendiendo y experimentando, nos conduce a esquemas de acción que son transformados en patrones de comportamiento cada vez más versátiles y disponibles, esto es productos de procesos creadores de nuevas acciones sobre acciones anteriores (Trigo, 1999).

Para Castañer y Camerino (2001) el movimiento consciente y creativo se da como parte del desarrollo de una esfera de crecimiento global, donde aspectos socio-afectivos, cognitivos y físico-motrices se conjugan, y de donde se desarrolla la morfocinesis. El aprendizaje motriz en el basquetbol no se puede situar solamente como una mera repetición mecánica de movimientos, sino que debe estar dotada de significado:

Rasgos del perfil desde la creatividad en la práctica deportiva:

  • Posee la voluntad de asumir riesgos sensibles
  • Tiene tolerancia ante la ambigüedad
  • Apertura a la experiencia
  • Controla el cuerpo a fin de producir respuestas motrices adecuadas
  • Comprende los principios básicos ofensivos y defensivos, y adapta sus movimientos en relación con ellos.
  • Controla la motricidad en los mecanismos de decisión, a partir de una mayor conciencia y profundidad de los procesos perceptivos
  • Control y ajuste postural, desde su capacidad perceptivo-motriz y su coordinación motriz general.
  • Capacidad de resolver problemas motores a partir del control de la motricidad, y dar respuestas variadas ante mismas situaciones a partir de acciones creativas.
  • Establece relaciones constructivas y equilibradas con los demás, que desarrollen e impacten las capacidades lógico-motrices, el desempeño motriz y los procesos cognitivos para la resolución de diversas situaciones
  • Resuelve problemas de agilidad abierta que exijan el dominio de habilidades motrices básicas y especificas técnicas.
  • Es capaz de dosificar el esfuerzo en función de sus posibilidades y de la naturaleza de la tarea.
  • Participa en juegos cooperativos y modificados mejorando el desempeño de su equipo (saber actuar en saber desempeñarse)
  • Desarrolla un pensamiento estratégico básico de las dinámicas ofensivas y defensivas.
  • Reconoce la importancia de pensar y actuar en razón de las circunstancias de cada juego y de su propia competencia motriz.
  • Se ubica espacialmente de forma lógicas de acuerdo con las posesiones ofensivas y defensivas, con balón y sin balón.


INFOGRAFÍA:











REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

  • Alfonsi, Stefano. (2000) Manual de baloncesto. Madrid: Susaeta
  • Blázquez Sánchez, D. (1998). La iniciación deportiva y el deporte escolar. (2 ed) Barcelona:Inde.
  • Castañer Balcells, M., Camerino Foguet, O. (2001) La educación física en la enseñanza primaria. Barcelona:Inde
  • Cometti, G. (2002). "Preparación física en el baloncesto". Editorial Paidotribo. Barcelona.
  • Carbajal Torres, Guillermo. (1991). Basquetbol moderno didáctico. México: SEP.
  • Carrillo, Antonio. (2004) El basquet a su medida. Barcelona: INDE.
  • Del Río, José Antonio. (2003) Metodología del Baloncesto, 6ta Edición, Colección Deporte, Editorial Paidotribo.
  • Diaz Lucea, J. (1999). La enseñanza y aprendizaje de las habilidades y destrezas motrices básicas. Barcelona: Inde.
  • Esper Di Cesare, Pablo A. (2001). “La influencia de las pedagogías en la iniciación al baloncesto”. Presentado en el 1º Congreso Ibérico de Baloncesto, en Cáceres, Extremadura, España.
  • Esper Di Cesare, Pablo A. (1998). “Baloncesto Formativo”. Libro de edición digital publicado en www.baloncestoformativo.com.ar de Argentina.
  • Goldstein, Sídney. (2003) La Biblia del Entrenador de Baloncesto, 1era Edición, Editorial Paidotribo
  • Grasso, Alicia. (2003). “El aprendizaje no resuelto en Educación Física”.Argentina, Novedades Educativas.
  • Ruiz, L.M. (1994) Deporte y Aprendizaje: Procesos de adquisición y desarrollo de habilidades. Madrid, Visor
  • Ruiz, L.M. (1995) Competencia Motriz. Elementos para comprender el aprendizaje motor en educación física escolar. Madrid, Gymnos
  • Sánchez Bañuelos, F. (1986): “Didáctica de la Educación Física y el Deporte”. Gymnos. Madrid.
  • Sánchez Sánchez, Mauro (2007). El acondicionamiento físico en el baloncesto”. Apunts Med Esport. 2007;42:99-107 - Vol. 42 Núm.154.
  • SEP (2018) Educación física. Educación básica. Plan y programas de estudio, orientaciones didácticas y sugerencias de evaluación en Aprendizajes clave para la educación integral. México, SEP.
  • Trigo, E. y colaboradores (1999).”Creatividad y motricidad” , España, Inde.
  • Trigo, E. (2000a). “Fundamentos de la motricidad”, Madrid, Gymnos.
  • Trigo, E. (2000b). “Manifestaciones de la motricidad”, España, Inde.
  • Villalobos Pérez-Cortés, Elvia Marveya. Didáctica integrativa y el proceso de aprendizaje. México: Trillas, 2011






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2 comments

  1. Gracias, muy interesante y de mucho valor para la formación de nuestros hijos.

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  2. No hay de qué, esperamos que los entrenadores mexicanos orienten sus intervenciones desde un enfoque formativo para alcanzar estos rasgos y cubrir este perfil. Saludos.

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