¿Qué te hace ser un buen entrenador de basquetbol?

noviembre 08, 2020


Tenemos una falsa idea de que ser un buen entrenador es exactamente igual a llegar a fungir una labor en el nivel profesional o de selecciones nacionales de nuestra especialidad deportiva (mayores, juveniles, infantiles) y aunque definitivamente tiene su importancia, no necesariamente funciona así.

Sin dejar de reconocer todo el mérito que conlleva conseguir una plaza principal en estos niveles y pensando que se puede dar también bajo circunstancias de mérito profesional (y no bajo el clásico compadrazgo), la realidad es que se puede ser entrenador a cualquier nivel, categoría y en cualquier contexto; desde el alto rendimiento hasta el enfoque recreativo,  y ser un buen entrenador o ser un mal entrenador.  
¡Así es! Se puede ser  entrenador a nivel profesional y ser muy malo o muy bueno, o ser el entrenador de un club infantil de iniciación deportiva con enfoque recreativo en la colonia y ser muy bueno o muy malo al cumplir esta función.




¿DE QUÉ DEPENDE ENTONCES EL SER UN BUEN ENTRENADOR Y CUÁLES SON LOS CRITERIOS DETERMINANTES SOBRE EL DESEMPEÑO PROFESIONAL? 

Hace unos meses escribí un post sobre los rasgos deseables que debería poseer todo profesional en su perfil al sustentarse como entrenador deportivo de la especialidad, y sea en el nivel que sea y con cualquier enfoque o categoría, mientras más nos acercamos a tener este perfil entonces como efecto se darán ciertos resultados, efectos que además pueden mostrarse a partir de  evidencias que van más allá de la mera subjetividad, sino con objetividad y rigurosidad profesional.
Sea que se atienda ancianos en una cancha de la colonia para mejorar su salud y motricidad o a jugadores de alto nivel juvenil, universitario o profesional, puedes desarrollar una buena o una mala intervención; logrando o no logrando el objetivo profesional que es el desarrollar algún aspecto esencial de tus alumnos en la especialidad: la preparación física, la salud psicológica y biológica, las habilidades motrices básicas-especificas-especializadas, el desempeño táctico-deportivo , la capacidad lógico-motriz-decisional, el sentido ético y actitudinal.





IR MÁS ALLÁ DEL PUESTO, DAR EVIDENCIAS

La idea de generar esta entrada surgió justo después de participar en  una video-conferencia con entrenadores mexicanos del país en donde se llegó a cuestionar a los ponentes sobre sus resultados como entrenadores; pero utilizando como referencia de criterio una que considero errada y que no se guía por resultados y evidencias objetivas independientemente del contexto, sino basada en el puesto de trabajo. "¿A qué equipo profesional, selección o universidad has dirigido?" 

Nuevamente menciono que no menosprecio los puestos, sino que este simple hecho no es condición necesaria de ser un buen entrenador y tal vez es un criterio al que damos más peso del que debería de tener, ya que nos movemos en el ideal hipotético de que necesariamente se da la conexión de puesto de trabajo con desempeño y nivel de competencia (cosa que en nuestro país en muchas ocasiones no funciona así) 

Conseguir un puesto no te coloca automáticamente en el top del desempeño profesional. Esto me hace pensar que cometemos dos errores en la mayoría de las conferencias y cursos a los que se nos invitan a participar como entrenadores: como participantes creer que el puesto determina el nivel y como organizadores no contemplar el nivel sino sólo el puesto. 

Las conferencias están llenas solamente de entrenadores y gente con un curriculum que se basa en eso.  Aunque tienen mucho que aportar tanto teóricamente como científicamente, el simple hecho de haber sido entrenadores en un club profesional o con selecciones nacionales no les da credenciales automáticamente  para decirle a un entrenador como trabajar en el proceso formativo de niños de 6 años por ejemplo. Ojo, ¡no estoy diciendo que no puedan aportar cosas valiosas! porque de hecho hay quienes lo han hecho, sino que no es condición necesaria y que además su función específica puede estar determinada a un contexto totalmente distinto e irrelevante con respecto al rol que cumple por ejemplo un entrenador formativo. Para poner un ejemplo: no es lo mismo ser "seleccionador" de los mejores jugadores del país y trabajar con gente ya hecha (que también tiene su mérito sin duda) que empezar con niños o adolescentes de la misma edad y que jamás han agarrado un balón, ¿acaso por el simple hecho de ser entrenador de selección y otro ser entrenador formativo uno es mejor que el otro? ¿o uno cumple mejor su función que el otro?, aunque se puedan enseñar muchas cosas valiosas, la realidad es que ambos pueden hacer una buena o mala labor en su puesto de trabajo, y lo que pienso es que nuestros cursos y conferencias están llenos de entrenadores de selección, pero no de entrenadores formativos con experiencias exitosas, y la mayoría de oyentes somos entrenadores de equipos formativos con niños que ves 2 o 3 días a la semana y bajo circunstancias muy especiales. 



Por otro lado, tampoco quiero caer en el error de decir que sólo los que han trabajado con niños de 6 años en una academia formativa  tengan la última palabra sobre la enseñanza del deporte a esa edad. Creo que se entiende que el punto esencial es que la experiencia y el puesto es siempre muy valioso, pero no es garantía de un buen desempeño profesional.

¿CUÁL ES ENTONCES EL CRITERIO?

Nuestro país no vive una cultura de la evaluación de resultados y  del desempeño, mucho menos de autoevaluación e investigación. Si llega a haber evaluación es con un enfoque punitivo,  y si llegamos a hacer autoevaluación es desde la mera percepción subjetiva de nuestros anhelos y no desde la objetividad de la sistematización y la sinceridad ¿por qué? tal vez por miedo a equivocarnos o a fracasar. No nos damos cuenta que esto nos podría permitir verificar, ajustar, proponer, desestimar, crear y sobre todo dejar malas prácticas o reforzar las buenas; crear conocimiento.

La subjetividad en la autoevaluación refleja una parte importante, pero no nos dejan ver y tener criterios claros que nos permitan comprender y mejorar nuestra realidad (sobre todo si no esta sistematizada  por instrumentos de evaluación que la dotan de objetividad) y que nos permiten dar evidencia  de que lo que estamos haciendo da resultados en ciertas áreas y tiene un sustento para ser enseñado de cierta forma y con ciertas pautas;  ya ni si quiera para mostrárselo a los demás (que también sería ideal) sino al menos por la satisfacción personal de hacer bien nuestra labor.



Básicamente lo que intento decir es que como entrenadores debemos dar evidencias objetivas (al menos a nosotros mismos) de que trabajar con nosotros supone un avance o un desarrollo para los jugadores que participan en nuestras intervenciones y esas evidencias hacerlas desde instrumentos de evaluación válidos. 

Somos buenos entrenadores entonces cuando cumplimos  el objetivo de nuestra función y damos una muestra objetiva y palpable del desarrollo que se da a partir de un proceso de evaluación que revelará los avances que se tienen desde un punto inicial, cualquiera que este sea, y esto significa que tampoco debemos basarnos solamente en los campeonatos obtenidos (cuestión muy relativa, ya que si bien seguramente muchos consiguen campeonatos por su labor y preparación formativa, muchos lo hacen desde la base de "robar" jugadores ya hechos o desde el nombre de una institución ya formada; por eso el criterio debe ser más específico y profundo, fuimos campeones porque al estar a mi cargo estos fueron los avances, los logros y las evidencias objetivas de dicho trabajo formativo)

Por ejemplo, siempre vemos a los entrenadores "influencers"  trabajando en aspectos de preparación física en videos muy bonitos y que están muy bien y van jalando mucha gente por lo llamativo de su mercadotecnia, pero la pregunta aquí sería: ¿Cuáles son tus avances en las capacidades físicas después de varios mesociclos de trabajo?, ¿Qué batería de evaluación física utilizaste o qué pruebas usaste para medirlo? ¿Qué cambios hubo en esas evaluaciones y por qué? ¿Son más fuertes tus jugadores, saltan más, tienen una mayor aptitud física de resistencia, corren más rápido? Etc.
Pasa lo mismo con las habilidades motrices técnicas o con el desempeño lógico-táctico dentro de un juego. ¿Son más hábiles tus jugadores, tienen un mejor desempeño deportivo en algún contenido de aprendizaje, toman mejores decisiones? ¿Qué instrumentos de evaluación y método sistematizado- objetivo usas para demostrarlo? ¿Se consiguieron los objetivos planteados en tu planeación después de evaluar?



LA NECESIDAD Y LA IMPORTANCIA DE PLANEAR

Aunque no es el espacio para hacerlo de manera profunda, no es superficial decir que en conjunto con la evaluación, la planeación y la programación son los pilares de nuestra intervención como se mencionó en este post. Una vez hecha una evaluación diagnóstica entra en juego la capacidad de planear una serie de objetivos, contenidos, estrategias didácticas y métodos de entrenamiento que nos permitirán avanzar con respecto a la realidad del desempeño de nuestros alumnos, y esto es todo un arte que haría de alguien un verdadero buen entrenador y un profesional que sabe conjugar lo evaluado y lo planeado para la obtención de resultados de acuerdo a su contexto y características propias de sus jugadores.

"A grandes rasgos, la planeación persigue la finalidad de prever las respuestas a las preguntas de ¿Dónde vamos? (Objetivos), ¿Cómo vamos a llegar? (Contenidos, Estrategias metodológicas, Estilos de enseñanza, Métodos de entrenamiento) y ¿Cómo sabré que he llegado? (Evaluación e instrumentos de evaluación). Preguntas fundamentales para conducir la labor profesional siendo por tanto, el proceso de planificar una actividad imprescindible y fundamental para desarrollar la enseñanza deportiva con coherencia y asegurando un mínimo de eficiencia, respetando y teniendo como guía los objetivos programados y adecuando nuestra programación con un mayor ajuste y acercamiento a la realidad

Por tanto, la planeación será la función reflexiva del entrenador que consiste en organizar flexible y sistemáticamente los contenidos y la intervención docente, en función de los objetivos, para prever, justificadamente, un plan futuro de actuación eficaz que será evaluado y del que debe dar evidencias objetivas"




ALGUNOS INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN QUE PODEMOS UTILIZAR COMO ENTRENADORES PARA DAR EVIDENCIAS DE TRABAJO



Listas de cotejo: Nos sirven para verificar si los jugadores dominan o no un cierto gesto motriz, rasgo técnico deportivo o comportamiento, y por lo tanto determinar aspectos del desarrollo y dominio de las  habilidades motrices. 

"Son conjuntos de frases referidas a conductas, acciones, comportamientos… cuya presencia o ausencia se comprobará mediante una observación sistemática y metódica.  Se trata de anotar al lado de cada una de las frases la presencia o ausencia de la citada conducta o comportamientos"

Escalas estimativas: Nos permiten clasificar los comportamientos y desempeños motrices de una habilidad, actividad o tarea realizada por los alumnos en un nivel determinado de una escala que puede tener varios niveles (peldaños). El primero corresponde a la no existencia de ese comportamiento o a una realización pésima del mismo y, del otro extremo, corresponde a la mejor realización posible del comportamiento.


Rúbricas de desempeño deportivo : No sólo las hojas de estadísticas de juego "stats" develan lo que sucede en el juego y los desempeños de los jugadores en cancha. Las rúbricas de desempeño nos permiten verificar distintos indicadores de niveles de comportamiento y desempeño de forma profunda, principalmente en situaciones de juego, e ir ubicando a los alumnos sobre sus comportamientos tácticos y lógicos dentro del juego, sobre sus habilidades motrices, sobre su capacidad de cooperar, etc.,  y así saber sobre que situaciones de juego podemos incidir para fortalecer o que problemas motrices plantear en juegos de dinámica abierta y de toma de decisiones en los entrenamientos. Más adelante podemos ir verificando el progreso de este desempeño y verificar si esta dando resultado nuestro trabajo. 

Baterías de evaluación física: Nos sirven para medir la aptitud y estado físico de nuestros jugadores basado en una selección de pruebas y test físicos que evalúan alguna capacidad específica y que están validados y son confiables.
Cosas como el salto vertical, la fuerza, la velocidad, la agilidad, la velocidad de reacción, la resistencia. De la misma forma después de un programa de entrenamiento es ideal evaluar para saber cuales fueron los progresos físicos.

CONCLUSIONES

Finalmente quiero concluir esta reflexión con la idea de que simplemente somos buenos entrenadores cuando cumplimos el objetivo profesional del área o equipo en el que estamos insertos, parte importante de esa función es hacer mejores a nuestros alumnos o jugadores en un proceso pedagógico de la motricidad, incluidos también los de alto rendimiento. Si eres entrenador y tus jugadores no son mejores al estar contigo en algún aspecto de las dimensiones del juego (no es lo mismo hacerlos mejores, que tomarlos  o robarlos ya siendo buenos) algo está mal en el proceso. Si eres jugador y al estar en una academia o con un entrenador no eres mejor jugador en algún aspecto del juego de lo que eras unos meses atrás, algo no va bien. 

También ya es momento de dejar  de subvalorar al entrenador de categorías formativas como si el inicio de una carrera hacia ser  mejor entrenador fuera trabajar con niños y la culminación la de ser entrenador de equipos profesionales. Se necesita cumplir un perfil muy importante y de mucho conocimiento para hacer un buen trabajo en niños y formar a largo plazo jugadores integrales en su vida deportiva, desde lo físico-motriz hasta lo ético.  Considero que en los cursos o capacitaciones estamos haciendo a un lado a muchos entrenadores que han tenido experiencias muy satisfactorias y han hecho labores muy importantes en academias dando  pruebas y evidencias objetivas de ese trabajo  y de los cuales podríamos aprender demasiado. No es suficiente con un puesto, sino con lo que se hace al tener ese puesto. 

Seas entrenador pro, universitario, juvenil, infantil, de alto nivel, de selección, recreativo, puedes ser uno bueno y hacer bien tu labor o ser uno de los malos...





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